Desde unos cincuentra metros atrajo su mirada.
La playa amanecía bulliciosa. El termómetro marcaba veintiun grados, sin embargo, el aire se le antojaba fresco. Por eso apretaba el paso más de lo habitual y sentía alguna dificultad para respirar. Delante, a medio centenar de metros, una figura atraía especialmente su atención.
Thursday, November 24, 2005
Monday, November 14, 2005
DE MANIFESTANTES Y OTRAS COSAS
Hace unos días, asomado como estaba a la ventana informativa de la televisión, me llegaron unos gritos que me sonaban increíbles. Un grupo de jóvenes, de los convocados por el Sindicato de Estudiantes, gritaba risueño: “Más culturas, menos curas”. “Más culturas, menos curas”.
Les prometo que me asombró. Me preguntaba cómo es posible que los curas, probablemente simbolizando a toda la gente de las iglesias cristianas, sean identificadas, por ese grupo de simpáticos estudiantes, con la anticultura. Verán, yo soy cura y, les aseguro, un amante de todo lo que tiene que ver con el desarrollo educativo y cultural de los pueblos. Creo que todos y todas sabemos que es un empeño de muchísimas personas cristianas el desarrollar la cultura, la ciencia, la tecnología, la solidaridad, la justicia.
El otro día, para mí, que tengo muchos amigos socialistas y cristianos, me resultó del mismo modo extrañísimo escuchar cómo otros manifestantes, los del sábado, en la CONCAPA, hablaban de ese partido y del gobierno al que sostienen, como liberticidas: asesinos de la libertad. Todos y todas sabemos que la gente del PSOE se la ha jugado por la libertad en momentos importantes.
A mí me parece que la lucha política reduce a lemas de publicidad fácil las situaciones sociales y los conflictos que vivimos. No es bueno. Insultar no es la mejor manera de garantizar el diálogo fluido y constructivo. Ni la Iglesia es enemiga de la cultura, ni el PSOE una panda de dictadores. Además, sabemos que mucha gente de la IGLESIA es también gente del PSOE.
Digo yo que bien podríamos aprender de aquel Zaqueo, que no se dedicó a buscar excusas o a echar la culpa a otros. En el tema de la educación, más vale que todas y todos nos preguntemos qué hemos hecho mal, que nos pongamos las pilas y que, sinceramente, nos hagamos responsables.
Les prometo que me asombró. Me preguntaba cómo es posible que los curas, probablemente simbolizando a toda la gente de las iglesias cristianas, sean identificadas, por ese grupo de simpáticos estudiantes, con la anticultura. Verán, yo soy cura y, les aseguro, un amante de todo lo que tiene que ver con el desarrollo educativo y cultural de los pueblos. Creo que todos y todas sabemos que es un empeño de muchísimas personas cristianas el desarrollar la cultura, la ciencia, la tecnología, la solidaridad, la justicia.
El otro día, para mí, que tengo muchos amigos socialistas y cristianos, me resultó del mismo modo extrañísimo escuchar cómo otros manifestantes, los del sábado, en la CONCAPA, hablaban de ese partido y del gobierno al que sostienen, como liberticidas: asesinos de la libertad. Todos y todas sabemos que la gente del PSOE se la ha jugado por la libertad en momentos importantes.
A mí me parece que la lucha política reduce a lemas de publicidad fácil las situaciones sociales y los conflictos que vivimos. No es bueno. Insultar no es la mejor manera de garantizar el diálogo fluido y constructivo. Ni la Iglesia es enemiga de la cultura, ni el PSOE una panda de dictadores. Además, sabemos que mucha gente de la IGLESIA es también gente del PSOE.
Digo yo que bien podríamos aprender de aquel Zaqueo, que no se dedicó a buscar excusas o a echar la culpa a otros. En el tema de la educación, más vale que todas y todos nos preguntemos qué hemos hecho mal, que nos pongamos las pilas y que, sinceramente, nos hagamos responsables.
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